Todo el tiempo estamos expuestos al bombardeo de opiniones sobre el ejercicio y la vida fitness. Parece que pocos temas son tan controvertidos como el llevar una vida saludable con entrenamiento y buena alimentación.
Últimamente con la cantidad de información que conseguimos en las redes sociales, en internet y los “especialistas” que surgen diariamente en el tema, se hace cada vez más complicado tener un criterio único sobre el asunto. Y es que la mayoría de estos consejos y recomendaciones carecen de un fundamento científico, pero por su repetición terminan convirtiéndose en creencia popular, en verdaderos mitos.
Pero ¿cuáles son estos mitos que uno escucha en el gimnasio o en una reunión con amigos?
- Es necesario hacer mucho ejercicio para estar en forma: No se trata de la cantidad, sino de la calidad. Un programa de entrenamiento regular y específico, acompañado de una buena y balanceada alimentación, es suficiente para estar saludables. Por el contrario, hacer demasiado ejercicio te traerá dolores musculares y lesiones.
- Es mejor hacer ejercicio en la mañana: Si para algunas personas lo mejor es practicar actividad física en la mañana porque les ayuda a sentirse bien durante el resto de la jornada, para otras lo es en la tarde o en la noche. No creas en mitos. El mejor momento para hacer ejercicio es aquel que te permita hacerlo de manera más consistente hasta poder convertirlo en un hábito.
- Las zapatillas deportivas más caras son las mejores: La elección del mejor calzado es crucial para evitar lesiones. En el caso de las zapatillas lo más importante es la comodidad, que te sostengan bien el talón y que haya espacio suficiente en la parte delantera para que el pie se pueda expandir.
- Los carbohidratos engordan: Este es uno de los mitos que seguramente más has escuchado. Lo que nos hace engordar es el exceso de calorías totales que consumimos diariamente. El organismo reserva las calorías procedentes de las grasas, mientras que las calorías que contienen los carbohidratos son el combustible directo para los músculos.
- Cuanto más sudo, más adelgazo: Los niveles de sudoración varían dependiendo de cada persona y no siempre que se suda significa que se está haciendo el ejercicio de la manera correcta. El peso perdido por el sudor es básicamente agua y se recupera tan pronto como nos rehidratemos de nuevo. Cuando queremos adelgazar buscamos perder tejido adiposo, por eso lo ideal es realizar entrenamiento de fuerza.
- Levantar pesas hace que el cuerpo de mujer tenga apariencia masculina: El crecimiento de la musculatura está condicionado por la cantidad de hormonas anabólicas en el flujo sanguíneo. Dado que una mujer posee un nivel de testosterona entre 20 y 30 veces menor que un hombre, no cuenta con las condiciones genéticas para lograr el mismo físico. Lo cierto es que levantar pesas ayuda a tonificar los músculos y aumenta nuestro metabolismo basal, es decir, la energía que gastamos cuando estamos en reposo.
- La barriga se baja sólo con abdominales: Lo primero que debes hacer es llevar una dieta balanceada, recomendada por un nutricionista. Además, debes realizar ejercicios funcionales que impliquen todos los músculos del cuerpo (abdominales, espalda, zona pélvica, oblicuos) para lograr una mayor quema de calorías totales. Lamentablemente no se puede rebajar una zona específica del cuerpo y por eso debemos entrenar en conjunto.
- Si no hay dolor, no sirve de nada: Cuando realizamos ejercicio a una intensidad adecuada, debemos empujar a nuestro cuerpo a superar los límites en los que se mueve habitualmente. Esto supone cierta incomodidad y sensación de cansancio o quemazón muscular, pero que en ningún caso debe ser dolor. De hecho, si sentimos dolor es indicativo de que debemos parar la actividad porque podríamos lesionarnos.
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