Una vida saludable es nuestra máxima prioridad, eso es lo que siempre hemos buscado mejorar pero nunca nos hemos movido a hacerlo. Pero tomar medidas proactivas para mejorar la salud puede ayudar gradualmente.
Sabemos que las personas comúnmente ignoran su salud y esperan ver a un médico hasta que ya se compromete la salud y está delicada, la mayoría evitan ver a un médico durante unos días y esperan ver si se sienten mejor o no. Es obvio que hay algunas cosas que no se pueden cambiar como la familia y la edad, pero las decisiones que se toman todos los días, en especial las relacionadas con la salud, implican un gran impacto en ella a corto y a largo plazo.
Consume una dieta equilibrada y saludable
Debes llevar una dieta equilibrada y llena de nutrientes necesarios para tu cuerpo. Se han encontrado estudios que dicen que consumir una dieta baja en grasas, colesterol, sal, frutas y verduras ayuda a mantener el organismo saludable. Los granos integrales te ayudan a mejorar la salud y a prevenir enfermedades cardíacas, diabetes y algunos tipos de cáncer.
Si estás comenzando en el camino y la vida saludable, te recomendamos no restringirte de todo lo que normalmente consumías, sino ir cambiando hábitos y sustituyendo alimentos poco a poco, así evitarás desmotivarte y renunciar a tu plan.
Come menos azúcar y sal
Los filipinos consumen el doble de la cantidad recomendada de sodio, lo que los pone en riesgo de hipertensión arterial, lo que a su vez aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y de tener un accidente cerebrovascular. La mayoría de las personas obtienen el sodio a través de la sal.
Es recomendable reducir la ingesta de sal a 5 gr. por día, equivalente a aproximadamente una cucharadita, es más fácil hacer esto limitando la cantidad de sal, salsa de soja, salsa de pescado y otros condimentos con alto contenido de sodio al preparar las comidas, que arriesgarse a padecer algo en el futuro.
Por otro lado, consumir cantidades excesivas de azúcares aumenta el riesgo de caries y un aumento de peso no saludable. Tanto en adultos como en niños, la ingesta de azúcares libres debe reducirse a menos del 10% de la ingesta energética total, esto equivale a 50 gr. aproximadamente 12 cucharaditas para un adulto. La OMS recomienda consumir menos del 5% de la ingesta energética total para obtener beneficios adicionales para la salud.
Mantente activo
La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere un gasto energético. Esto incluye el ejercicio y las actividades realizadas mientras trabajas, juegas, realiza las tareas del hogar, viajas y participas en actividades recreativas. La cantidad de actividad física que necesitas depende de tu grupo de edad, pero los adultos de entre 18 y 64 años deben realizar al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada durante la semana. Aumenta la actividad física de intensidad moderada a 300 minutos por semana para obtener beneficios adicionales para la salud (además de verte y sentirte mucho mejor).
Asiste a tus citas médicas de rutina
Los chequeos regulares pueden ayudar a encontrar problemas de salud a tiempo, cuando sus posibilidades de tratamiento y cura son mejores. Ve a tu centro de salud más cercano o llama a tu doctor de cabecera para consultar cuáles son los servicios de salud, las pruebas de detección y el tratamiento que tienes a tu alcance.
Todo lo contrario a lo que la mayoría de las personas piensan, llevar una vida saludable no tiene nada que ver con la motivación, sino con la constancia y disciplina. Si te lo propones muy pronto podrás ver resultados físicamente y te sentirás más energético y saludable.
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